El programa de Discurso Público de re:arc organizó dos simposios en Colombia en 2024, cada uno abordando el concepto de bienestar planetario desde la perspectiva del buen vivir, el sistema de valores andino que subraya la relación simbiótica entre la humanidad y la naturaleza. Juntos, estos encuentros cultivaron un continuo de diálogo, exploración y práctica en torno a filosofías indígenas, diseño no extractivo y la interconexión de toda forma de vida.
Nuestro primer simposio en Sudamérica
¿Cómo se manifiestan las arquitecturas de buen vivir planetario en acción? ¿Cómo podemos hablar de ellas?
¿Dónde logran prosperar las prácticas no extractivas y quiénes pueden participar en ellas? ¿Qué tan bien responden a los desafíos locales, regionales y globales?
Desde sus perspectivas únicas, siete prácticas y colectivos presentaron cómo sus métodos y proyectos interdisciplinarios encarnan actualmente arquitecturas de bienestar planetario para impulsar el cambio social y ecológico. Su trabajo destaca el potencial de la arquitectura para fomentar la equidad social, la resiliencia climática y el desarrollo sostenible al centrar prácticas de diseño informadas, participativas y específicas para cada contexto.
“Diseñar desde la resiliencia nos ha invitado a aceptar la incertidumbre, a integrar el diseño con el no-diseño y a estar abiertos a escenarios inesperados.” -Oficina de Resiliencia Urbana
Estas presentaciones de trabajo, metodología e investigación fueron enmarcadas por paneles sobre derechos territoriales y la poética de estas mismas conversaciones: cómo pensar y hablar de ellas para moldear nuestra comprensión de la simbiosis.
De los diálogos del día surgió un entendimiento colectivo: que el bienestar requiere de una arquitectura que escucha—una que esté profundamente en sintonía con los entornos, las identidades y los derechos de las comunidades a las que sirve.
“Si quieres aprender sobre la justicia, ve al río.” -Josefina Klinger
De regreso a Bogotá
Volvimos a Colombia más adelante en el año para una exploración más profunda del buen vivir y de las filosofías indígenas que lo guían.
El simposio de tres días abrió con un diálogo intercultural facilitado por la periodista Sher Herrera, con la participación de la activista Marilyn Machado Mosquera, fundadora del Proceso de Comunidades Negras, y Kitambo/, una organización con sede en Bogotá que promueve el intercambio cultural afrocolombiano. Juntas exploraron la conexión entre comunidad, identidad y naturaleza para enmarcar nuestra comprensión del buen vivir.
“Es importante que las voces viajen, para abrir los ojos y la conciencia de las personas y que sepan lo que está pasando en esta parte del planeta.” - Kitambo/
En el segundo día, siete practicantes de toda América —de Colombia, México, Jamaica, Puerto Rico y Brasil— presentaron su trabajo e investigación, guiados por provocaciones en torno al equilibrio, la reciprocidad y el cuidado. Sus propuestas abarcan desde la reimaginación de espacios urbanos hasta la creación de redes colectivas y el desarrollo de nuevas pedagogías. Exploran la intersección entre cultura, cuidado y diseño en la búsqueda de soluciones inclusivas y contextualizadas.
“Entendemos nuestro rol como diseñadores no como autores, sino como observadores en solidaridad, con el objetivo final de lograr la autodeterminación y la independencia.” - Island City Lab
El tercer y último día nos llevó más allá de Bogotá, al Centro de Regeneración de Fundación Organizmo, un centro de restauración ecológica y construcción de bajo impacto. Allí, la fundadora Ana Gutiérrez y su equipo dirigieron talleres prácticos que profundizaron nuestra comprensión de las prácticas regenerativas a través de inmersiones materiales y espaciales. Con el telón de fondo de la sabana de Bogotá, el día ancló nuestras exploraciones temáticas en una comunión tangible.
“Muchas de las cosas que hacemos, con las que nos identificamos o cómo nos presentamos, son procesos de pertenencia a algo. Todos estos materiales están arraigados en el alma y el espíritu para crear estos procesos. Esta búsqueda de pertenencia está guiada por nuestra interacción con los materiales que nos rodean, no solo por los ciclos de vida que nos rodean.” - Ana Gutierrez, Organizmo
Una visión compartida de buen vivir
Hoy nos encontramos en medio de un diálogo sobre lo que la arquitectura puede ser y lograr en diferentes contextos, cómo hablamos de esos contextos y nos relacionamos con ellos, y qué le debe el diseño a las comunidades y al entorno natural. Ese trabajo no sucede en el vacío, y practicar una arquitectura y un diseño informados y participativos implica estar en sintonía con los lenguajes, los contextos y los derechos de las comunidades locales y los ecosistemas. Eso es buen vivir.
Alfonsina Granados Maestre